martes, 8 de enero de 2013


Educar para gozar en la vida

La formación como desarrollo en la praxis educativa, es un proceso vital para el ser humano que lo ha llevado a través del tiempo a evolucionar en la sociedad a estados cada vez mejores, basado en la enseñanza que es lo substancial de la pedagogía, esta no solo es el discurso de la enseñanza sino también en su práctica, donde se parte de la reflexión para llegar a la acción.

Nombrando y analizando un poco la historia de la pedagogía, cabe resaltar que desde la época de los griegos donde los conceptos de educación y pedagogía significaban lo mismo, y cualquier persona ejercía soberanía sobre el conocimiento de aquellos jóvenes; era indispensable realzar de forma crítica y fundamentada una castración entre estos dos conceptos, es allí donde en los siglos XVI y XVII se reflexiona de manera racional y académica sobre los mismos, y se despliega una reestructuración del significando, siendo así ya, la pedagogía una forma de reflexión y análisis de la educación, ya no se ve la pedagogía estática e inamovible, sino que ejerce cambios y se estructura cada día de mejor manera. Ya en el siglo XIX, nace una nueva tendencia donde la pedagogía se comprende como una ciencia y existen claustros especiales llamados universidades para la formación de investigadores y científicos especialistas en las prácticas docentes y en el proceso de enseñanza aprendizaje (pedagogía).

Siendo la pedagogía reflexión crítica sobre la educación que genera acción  sobre su método, se tienen palabras de Velázquez (SF, p. 02) “quien dice que la reflexión y la sistematización han llegado tardíamente con respecto al hecho educativo, tan antiguo como el hombre pero se han constituido sobre él, pues la práctica alimenta a la teoría y la teoría debe devolverse sobre la práctica para enriquecerla”. Entonces la educación fue primera que la pedagogía y al ser esta última reflexión práctica sobre la educación, se tiene aquí una diferencia importante sobre las dos, pues como se expone  en este ensayo,  la educación puede o no darse conscientemente, mientras que la pedagogía como la reflexión siempre es en conciencia.

Una vez conocida la repercusión de la pedagogía a través de la historia, se puede responder la incógnita en cuestión planteada en el seminario, ¿Cómo comprende la pedagogía? Es importante resaltar entonces que quienes ejerzamos el maravilloso oficio de la pedagogía, sepamos apropiarnos de estrategias didácticas que nos permitan llegar a nuestros estudiantes sin crear espacios que permitan llegar a desarmonizar el propósito que nos propongamos conseguir con nuestros aprendices.

Las instituciones educativas deben propender por climas escolares agradables, donde la confianza que brinda el docente desarrolle en  los estudiantes el poder de la seguridad en sí mismos, una vez alcanzado este elemento, los estudiantes tendrán la facilidad de expresar sus ideas de manera fácil y coherente que ayudan a fortalecer el proceso escolar, donde los pilares sean la comunicación asertiva que conllevan al mejoramiento de la relación del estudiante con sus pares y maestro – estudiante, ya que la socialización entre diversos agentes permite la construcción del concomiendo (aprendizaje), tal como lo confirma el Dr. Alejandro Castro (2010). “el aprendizaje se “construye” en el marco de las relaciones interpersonales que se establecen en la escuela. Por lo tanto, no depende únicamente de las características intrapersonales del alumno o del docente o del contenido a enseñar, sino que está influido por el tipo de acuerdos que establecen el docente y los alumnos, por el modo en que se comunican, cómo se implementan los contenidos con referencia a la realidad de la clase, cómo se tratan (lógica o psicológicamente) los métodos de enseñanza, entre otros.” Una cosa es que el niño aprenda con su propia realidad y otra es que el maestro enseñe con su realidad.

Es importante mencionar que la educación se relaciona profundamente en su proceso histórico por la evaluación y la medición de los conocimientos obtenidos durante el ciclo enseñanza aprendizaje. En el caso colombiano en sus indicios de evaluación, se empieza a medir los conocimientos mediante diferentes objetivos que redactaba el profesor de acuerdo a los diferentes ejes que se trabajaban, pero este elemento se vio afectado por la escases en la medición y la igualdad entre las diversas formas de pensamiento de los estudiantes, donde las entidades dedicadas en estos aspectos se vieron en la obligación de realizar un cambio, aparece la evaluación por logros, donde se media los diferentes logros que los alumnos alcanzaban o podían alcanzar dependiendo a su nivel físico y mental; este modelo fracasa y hacen un cambio rotundo, llegando así, la medición por competencias, este nuevo modelo desarrolla el enfrentamiento a los diversos problemas que se le pueden presentar a las personas en la sociedad actual, donde la escuela se convierte en el ente más importante conjunto con la familia en el desarrollo y desempeño de aquellas competencias; en este punto el maestro juega su rol más importante dedicando el tiempo necesario para observar, escuchar, conocer y establecer con los niños una relación de afecto, de confianza y de seguridad, de tal manera que ellos se sientan con tranquilidad suficiente para opinar, actuar y jugar de manera espontanea.

Dentro del contexto educativo la labor que cumple el docente es fundamental, ya que permite el transporte de la estructura del conocimiento donde la planeación y las metodologías utilizadas mediante los recursos didácticos convierten a la  educación y la pedagogía en fundamentos que le sirven a los niños a despertar diferentes significados y sentidos para comprender el mundo y asimismo entender en sus sentimientos, deseos, pensamientos e intenciones. También, hablar de la situación actual de la sociedad y la familia es un desagrado ya que estos entes que también forman a la juventud actual, pero se encuentran en un estado de deplorable dejando toda esta problemática al contexto educativo.

La escuela como institución y el maestro como agente socializador, enfrenta el reto de abrir las puertas del siglo XXI, un mundo altamente globalizado, asistimos a un cambio a nivel mundial en el que para muchos el futuro se presenta incierto: la violencia,  la exclusión, la falta de valores éticos y morales, la transformación de las familias actuales, el despojo del rol de los niños, y los hábitos que han generado costumbres a través de modelos tradicionales, que en nuestra actualidad se siguen aplicando con las mismas técnicas metodológicas. En este marco la escuela emerge como una institución abierta a las demandas de su contexto y con grados crecientes de autonomía, donde el maestro debe apropiarse de la creatividad y la innovación adoptando diferentes decisiones que transitan desde el estimular el aprendizaje, hasta la búsqueda de las soluciones ante la carencia de recursos.

Defendiendo la postura académica y científica, los docentes deben actualizarse en sus praxis  pedagógicas, generando cambios que transformen el nivel físico y cognitivo del maestro, para que esto pueda llevarse a cabo tal como lo demuestra la transposición didáctica hacia los estudiantes, fundamentados en el conocimiento actual y en la aplicación de herramientas tecnológicas que despiertan el interés y el agrado óptimo hacia el proceso de enseñanza, cambiando así, los modelos que por décadas han estado presentes en nuestra formación, no podemos educar como nos educaron a nosotros, tal como lo defiende en su escrito el Dr. Rodolfo Sánchez (2010) “Hoy más que nunca se hace necesario considerar la evolución de la sociedad, así como la función del maestro y de la educación en general. La preparación profesional del educador reviste una gran importancia, tanto en la educación básica, que comprende la preescolar, la primaria y la secundaria; como en la educación media superior (nivel bachillerato), y en la educación superior (licenciatura y posgrado). En la actualidad, cuando la sociedad se halla en una constante renovación cultural, científica, social, política y económica, se hace necesaria la reflexión y el análisis acerca de la preparación profesional del educador”.

La escuela contemporánea en la actualidad está saturada por personas instruidas, pero hace falta personas educadas, esto demuestra que estamos formando de acuerdo a contenidos dejando aparte la cuestión  ética y moral, ante una crisis que sólo refleja la degradación de normas y valores siendo ignorantes en su significado, ¿pero hasta qué punto la competencia ciudadana que es fundamental en el desarrollo social? esta no es la idea de la educación de calidad y de la formación integral, Por un lado la escuela busca formar seres autónomos, críticos y reflexivos, pero, por otro lado, repite el modelo moderno de educación. En general, la escuela sigue siendo reproductora.

También podemos decir que en esta realidad encontramos excepciones, hay docentes que realmente procuran el cambio, el debate y el cuestionamiento en el aula. Esperamos que estas excepciones se multipliquen para lograr un verdadero cambio.

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